Programa
El viaje a Minho ofrece inolvidables paisajes de montaña, en la tierra de densa vegetación y de profunda variedad histórica. Incomparables mansiones y casas señoriales, gastronomía abundante, vinos acidulados (vinos verdes) y vinos ricos, y una diversidad de artesanías que mezclan el brillo del afiligranado con el color de los bordados locales. A través de la región, los ríos, cascadas, viñedos y tierras fértiles se combinan con monumentos ancestrales en centros urbanos.
Conocida como La Cuna de Portugal, Guimaraes posee un enorme caudal arquitectónico medieval, por lo que fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Aún conserva el Castelo del siglo X que se asienta sobre la roca madre de la colina que domina el caserío y la iglesia de San Miguel del siglo XII a sus espaldas, que fueron consideradas en su conjunto una de las siete maravillas de Portugal. El casco histórico de Guimarães es increíble: casas pequeñas, calles estrechas, avenidas barrocas, balcones de madera se conjugan para brindar un espectáculo de otros tiempos.
El palacio de los duques de Bragança, una construcción del siglo XV con 39 pintorescas chimeneas de ladrillo, hoy devenido en el gran museo de la ciudad, donde duermen sus salones con techos de madera, los tapices y el mobiliario de varias épocas diferentes y una impresionante capilla. Otros lugares de interés son la Plaza de Santiago, la Plaza Largo do Toural y el impresionante convento de Santa Clara hoy convertido en el ayuntamiento, la iglesia de San Dámaso (del siglo XVII), los Pazos municipales, la iglesia de Nuestra Señora de Oliveira, del siglo XIV. Como plazas, la más bonita es la de Largo Oliveira donde se encuentra la catedral. Pero lo mas encantador es la plaza, siempre muy animada, con sus casas blasonadas , pórticos y edificios nobles que la rodean. Fuera del casco medieval tenemos los jardines de la Alameda y la plaza de Toural, que ofrece un armonioso conjunto de edificios que se han construido donde estaban antes las murallas.
Braga es llamada la “Roma de Portugal” por sus iglesias. Su historia y sustento están vinculados al Cristianismo desde el siglo III. Entramos en Braga a través del Arco de Porta Nova, una de las puertas de la ciudad antigua, donde se puede empezar a caminar por el casco. Braga tiene el encanto de tener un casco antiguo pequeño y muy paseable. Llegamos a la plaza de la Republica, con sus bares y cafeterías. Los más famosos cafés son Viana y Brasileira, el clásico café de siempre, donde se reunía antiguamente la intelectualidad bracarense. Sigue conservando su parte del mobiliario original. Como monumentos importantes tenemos:
La catedral o Se. Iniciada en el siglo XII. En una de las capillas están las tumbas de Henrique de Borgoña y de su mujer Teresa, padres del primer rey de Portugal. Existen varios palacios, los más importantes son el de Biscainhos, la casa de los Coimbras, con sus azulejos azules característicos y ventanas manuelinas y el palacete de Raio (estilo barroco). También es de destacar la Iglesia do Populo (construida a semejanza de la del Gesú en Roma), la capilla de los Coimbra, en forma de torre almenada y la torre del Homenaje, que permanece como parte de la estructura de la muralla defensiva de la ciudad. También hay que destacar entre otras cosas, la Casa dos Crivos con unas celosías excelentemente trabajadas, y que en la actualidad se ha convertido en un centro cultural público. La iglesia y el monasterio de Tibães, es una síntesis de diferentes estilos arquitectónicos y el Antiguo palacio episcopal.
En las fueras tenemos Bom Jesús, el segundo centro de peregrinación más importante del país. Bom Jesus do Monte es un santuario que está ubicado en la cima de una montaña. Lo más destacado son sus hermosas escaleras en estilo barroco. Todo este santuario está rodeado de pequeñas capillas, de jardines, de fuentes, de estatuas y de grutas, que hacen las maravillas de los visitantes. En la cima hay la basílica de estilo barroco, a los cuatrocientos metros de altura, donde se pueden tener unas vistas impresionantes de la ciudad de Braga, así como de la población aledaña de Viana do Castelo y de las playas de Esposende.
Barcelos - probablemente el símbolo más conocido de Portugal, el colorido gallo de cerámica tiene sus orígenes en la hermosa ciudad de Barcelos. Aparte del famoso gallo, otra atracción de Barcelos es el enorme mercado semanal llevado a cabo cada jueves en el Campo da Republica. Esta plaza abierta en el centro de la ciudad es una de las más grandes de su género en el país, y el mercado exhibe una variedad enorme de cerámica, junto a otras artesanías y mercancías locales. Otras partes de interés en la ciudad incluyen el viejo barrio judío y las varias calles alineadas con casas medievales y barrocas. La ciudad contiene una diversidad de monumentos - como la Casa del Condestável, el campo de Republica y un museo de artes y artesanías – y la seductora localización junto a la orilla es un lugar bastante agradable para pasar la mitad del día paseando.